Antes de desarrollar los motivos por los cuales se endeuda una empresa debemos tener presente que la decisión de endeudarse no es unilateral, en una compraventa intervienen dos partes: vendedor y comprador. Si una empresa se endeuda es porque “alguien” le presta el dinero, y ese “alguien” que le presta el dinero lo hace con la convicción de que le será devuelto en las condiciones pactadas.
Otra consideración inicial es advertir de que cuando se habla de endeudamiento se sobreentiende que es endeudamiento bancario. Si somos más precisos, endeudamiento financiero (puesto que no solo los bancos prestan dinero), con un coste financiero (intereses) explícito desde el momento de la contratación.
Pero también existe otro tipo de endeudamiento. De hecho, en el día a día de los negocios, se genera una financiación (denominada “financiación espontánea”) que realmente es también deuda: por ejemplo, los pagos pendientes recurrentes a nuestros proveedores. También aparecen en el balance otras deudas que realmente no lo son: por ejemplo, si hemos preparado la liquidación de un impuesto pero a la fecha de cierre del balance todavía no lo hemos pagado a Hacienda porque no ha acabado el plazo para ello. Como vemos, en el pasivo de una empresa no todo lo debemos considerar deuda y no todas las deudas tienen la misma consideración.
Motivos por los que se endeuda una empresa
Podemos agrupar los motivos por los cuales se endeuda una empresa en cuatro grupos:
1. Como parte de un plan de negocio de un proyecto nuevo. Un plan de negocio debe detallar las inversiones iniciales necesarias, unas estimaciones de ingresos y gastos y de cobros y pagos (ya hemos visto en alguna entrada anterior que no es lo mismo) y, como resultado, unas necesidades de financiación. Esta financiación se aporta mediante recursos propios de los empresarios y endeudamiento.
Apelar al endeudamiento desde el momento inicial de los proyectos se debe, entre otras razones, a que es una financiación más barata para la empresa que la exigida por sus propios accionistas (los accionistas invierten en un proyecto para obtener una rentabilidad que siempre sea mayor que el tipo de interés que cobra el banco). Otra razón de peso para acudir al endeudamiento es que no siempre se dispone de todo el dinero necesario para acometer el proyecto. Si el proyecto genera fondos suficientes para poder atender holgadamente un préstamo, solicitar dicho préstamo es la opción más adecuada.
Los planes de negocio, no obstante, no son exclusivos de nuevos proyectos. Todas las empresas realizan sus presupuestos y/o previsiones y de ellos resulta la necesidad de endeudamiento adicional o, por el contrario, un calendario de reducción de deuda.
2. Como consecuencia de su propia actividad comercial. Se denomina financiación de circulante a las operaciones bancarias con vencimiento a corto plazo, normalmente cuentas de crédito y líneas de descuento comercial. Su finalidad es cubrir los desfases de liquidez que surgen en el día a día de los negocios: gastos imprevistos, compras en efectivo, anticipo del cobro de unos clientes, pago puntual a los proveedores, etc. Estas operaciones se van cancelando (en la práctica, se van renovando) con el cobro de las ventas realizadas: el dinero que entra en la empresa se destina a reducir el dispuesto en las cuentas de crédito.
3. Para financiar su crecimiento porque el negocio va bien. Si una empresa necesita realizar nuevas inversiones en instalaciones, maquinarias, vehículos, etc. (“inversiones en inmovilizado”) lo lógico y razonable es solicitar un préstamo a largo plazo (nunca a un plazo superior a la vida útil del bien financiado). Este préstamo se pagará con los mayores ingresos que la empresa obtendrá gracias a su mayor y/o mejor inmovilizado. También es posible que ese mejor inmovilizado (pensemos, por ejemplo, en la maquinaria de una fábrica) permita producir lo mismo pero reduciendo costes. Estos menores costes también suponen fondos disponibles para ir amortizando el préstamo.
4. Porque sus gastos son mayores que sus ingresos. Una empresa puede atravesar momentos de dificultades donde los gastos sean mayores que los ingresos. La primera implicación contable será la aparición de pérdidas en la cuenta de resultados. En estos casos y, sobre todo, si la empresa se anticipa a sus problemas de liquidez, su banco “de toda la vida” le puede ayudar si le cuenta lo que está pasando y cómo va a solucionarlo. En estos casos no estamos ante una decisión “voluntaria” de endeudamiento, sino que, simplemente la realidad es la que se impone y, al no poder cumplir con los compromisos de pago, las deudas se irán acumulando (por ejemplo, dejando de pagar a proveedores).
Factores que determinan el nivel de endeudamiento
Determinar el nivel de endeudamiento de la compañía es una más de las muchas decisiones relevantes que debe tomar un empresario. Dependiendo de factores tanto objetivos (capacidad de generar fondos) como subjetivos (actitud personal ante el riesgo) las deudas asumidas serán mayores o menores.
Mayor o menor deuda no significa que una empresa sea peor o mejor. Podemos ver empresas con endeudamiento alto pero sin ningún problema financiero y generando beneficios para sus accionistas. También podemos ver empresas con poca deuda en su balance pero con cuentas de resultados decadentes y poco futuro.
En definitiva, son muchas las razones por las que se endeuda una empresa y, sobre todo, en cuánto se endeuda. La responsabilidad a la hora de asumir el endeudamiento es la clave. Evitar problemas con los bancos y acreedores. Tener la tranquilidad (casi certeza) de que se podrán atender puntualmente, en cada vencimiento, los compromisos de pago.
