¿Cuál es la diferencia entre préstamo y crédito?

Cuando se trata de pedir dinero prestado, existen términos clave. Echemos un vistazo más de cerca a la diferencia entre estos dos.

En el mercado bancario existen diversas opciones de financiación. Los dos productos más utilizados tanto por clientes como por empresas son los préstamos y líneas de crédito. Ambos son productos bancarios que aportan capital al solicitante, pero haciéndolo de distinta forma. ¿Sabes cuál es la diferencia entre préstamo y crédito? Te explicamos más en este post.

 

 

Diferencias entre préstamo y crédito

 

La diferencia más relevante reside en el momento en el que se produce la concesión del dinero solicitado.

 

Mientras que un préstamo facilita todo el dinero de una sola vez en el mismo momento de la concesión, en una línea de crédito el cliente puede ir solicitando en función de sus necesidades el dinero que el banco ha puesto a su disposición.

 

 

Intereses diferentes en préstamo y en crédito

 

Los intereses que se pagan al solicitar un préstamo o un crédito también son diferentes. Estos intereses quedan determinados por la forma de acceder a cada una de ellas.

 

En un préstamo se pagan intereses por todo el capital prestado, mientras que en un crédito los intereses que se pagan van en relación con el dinero utilizado. En ocasiones las líneas de crédito tienen asociadas una comisión por el saldo no dispuesto, es decir, por el dinero no utilizado.

 

 

Plazos de amortización

 

Otra diferencia entre préstamo y crédito son los plazos de amortización. Los préstamos tienen un plazo mayor, generalmente de años, por lo que también tienen intereses más elevados.

 

 

Funcionamiento del crédito y del préstamo

 

La forma de devolver el dinero recibido de un crédito y un préstamo también es diferente. En el préstamo, una vez efectuado el pago de todas las cuotas mensuales se da por finalizada la operación. Si se quiere acceder a más dinero habría que formalizar un nuevo préstamo. 

 

Sin embargo, el crédito funciona de forma inversa. Por lo general se renueva cada año para permitir al cliente seguir usando esa línea de financiación. 

 

Las figuras habituales para obtener financiación a través de un crédito son la tarjeta de crédito y la póliza de crédito o línea de crédito, que se suele articular a través de una cuenta corriente en la que se pueden hacer ingresos y retiradas de fondos hasta el límite concedido.

 

Los créditos se suelen usar para cubrir desfases entre cobros y pagos por parte de las empresas, para afrontar períodos puntuales de falta de liquidez o para compras concretas. Por su parte, los préstamos son más útiles cuando se va a realizar una compra importante o se necesita una cantidad de dinero que se conoce con antelación. Suelen utilizarse para financiar la compra de un bien o servicio.